
En 2019 empecé usando bolsa cangurera para llevar el cargador/cable para el telefono junto con la billetera. En 2020 con la pandemia agruegué la mascarilla y el alcohol en gel. Para 2022 me entró un sindrome de McGyver empecé a llevar mas cosas: navaja, lentes oscuros, audifonos.
Para 2024 las personas suelen preguntarme qué tanto llevo en esa mochila. En 2022 y 2023 era muy importante porque llevaba wipes y 1 pañal para Maria Ines. Muchas veces esa pregunta es una sospecha, especialmente para personas concidas pero que no hay tanta confianza: piensan que voy armado con arma de fuego. Si quiero darles una catequesis, les digo que si; por su puesto que estoy armado. Pero con un arma espiritual, no con arma de fuego y les muestro el Rosario que yo mismo confeccioné con mis propias manos.
Hoy terminando el año 2025 la mochila (que lleva 2 años de uso diario) ya tiene rotos tres de los zippers. Tengo cuatro opciones. Uno: comprar una nueva, igual. Dos: mandar a repararle los zippers y quedrame una semana sin mochila y quedarme usando unos zippers de dudosa calidad. Tres: no reparar los zippers y usarla hasta que de verdad ya no sirva. Cuatro: Dejar de usarla y limitarme a lo basico.
La opcion cuatro no me gusta. Me revela que me he vuelto dependiente de muchas cosas, incluso hasta de un deseo de aprobación para quedar bien prestando un lapicero o la navaja. Tampoco es una solución radical, pues tengo que seguir usando llaves, tarjetas de acceso, billetera, lentes, cargador y audifionos. Solamente aumentaría la probabilidad de perderlos u olvidarlos. Pero tambien me expone otras realidades como cuando en el Irtra, en el parque Xocomil, no me querían dejar pasar porque la navaja es un arma blanca. Les pedí que me la dejaran guardar en un casillero de armas que manejan, pero mejor dejaron pasar. Pero si un dia voy de viaje en avion, tengo que sacar las navajas y los encendedores.
Me quedo entre la dos y la tres.
Efemérides
Hubo un tiempo que llevaba una cantinplora con agua. A veces le ponía café. Pero se hacía muy pesada.
El objeto mas importante es el #27. Son dos tarjetas, un dibujo de san Jose que le pedí a Majo en mi cumpleaños 40 y en el reverso puse una reflexión y oración que siempre reviso durante la comunión en Misa. La otra tarjeta es una foto de Majo que en el reverso tiene el consentimiento matrimonial; es una idea de Pep Borrel, tambien la veo cuando estoy en la comunion, pero especialmente en las visitas al santísimo cuando me doy cuenta que he olvidado el escrutinio que hicimos el 26 Nov 2011. Estas dos tarjetas son un despertador espiritual, y junto con el Rosario, son un arma poderosa para estimular la virtud, que mucha falta hace.
El #4 nos lo regalaron unos amigos, Paula y Guery. Es super util porque la barrita es mas facile que el liquido. Es para mis hijos, pero yo tambien lo uso.
El #20 es clave. Cinchos plasticos. Puense usarse para una reparación temporal de cualquier cosa. Incluso usé uno para arreglarle un vestido a Maria Ines.


Con esta mochila puedo ir a donde sea, cuando sea y como sea.