Yo pienso que la creación de riqueza ayuda al bienestar corporeo-espiritual y que pastoralmente, como dijo el Paulo VI, el nuevo nombre de la paz es el desarrollo. Por lo que estas cifras me parecen una trancisión de la humanidad hacia una mejora colectiva que empieza inidividualmente mediante la busqueda de la verdad muchas veces descubrible por medio de crisis y contrariedades posiblemente desesperantes; al estilo de la reflexividad de Soros y Popper. Diego J.- check my blog at joachin.wordpress.com