Desde la semana cinco la velocidad ha decaído de diez metros por minuto a ocho mts/min a pesar de que las distancias están en tendencia al alza.
En la última ocasión hubo un rebote en la velocidad dado que se redujeron marginalmente los descansos en las orillas. Se experimentó un cambio fundamental en la estructura de la espalda y una liquidez sanguínea en las piernas a la hora de hacer libre.