En los meses previos a casarse uno se la pasa organizando su boda se la pasa revisando detalles de la ceremonia y la luna de miel, por muy sencilla que sea la ceremonia. Como decimos en ECN, la boda es un día, el matrimonio, toda la vida.
Por eso yo opino que casarse se parece mas a la primera foto que a la segunda. Mientras ambas son verdaderas, pues la ceremonia es un gozo fuerte, incluso para mi que soy poco expresivo, mientras que en mis 3 años de matrimonio he descubierto como dos individuos inperfectos deben tomar la decisión de patrocinar [o no] al otro.
La clave está, segun mi experiencia hasta hoy, en que el patrocinio debe hacerse en vínculo con una tercera persona. Una persona real, capaz de vencer incluso a la muerte. La fidelidad, pues, al igual que el misterio trinitario, no es un asunto de uno, sino de tres personas. La esposa, el esposo y el garante, Jxto:
Enamorarse puede ser accidental, aleatorio. Amar a tu esposa es a proposito, una decisión. Ella es todo un misterio, mis oidos, no mi discurso, tiene un poder sanador para ella. Yo quisiera arreglarla, pero necesita que la escuche.